Se cree que los glifos de Nazca fueron tallados en la meseta ya en el año 500 a.C.

Los siglos de lluvia y erosión han hecho que se desvanezcan con el tiempo, desapareciendo algunos de ellos para siempre a simple vista. La combinación del efecto de la naturaleza sobre los glifos a lo largo de los años y el enorme tamaño de la Pampa de Nazca han hecho que la investigación adecuada sea una tarea desalentadora.

La Pampa de Nazca que alberga los glifos de Nazca es demasiado grande para realizar un gran trabajo de campo, y muchos de ellos están tallados en la roca desde puntos altos de la formación de la meseta. La Pampa de Nazca cubre más de 150 millas cuadradas de tierra, que tomaría una eternidad recorrer a mano.